El Real Madrid y su defensa de cristal
El Real Madrid sigue en caída libre en la Euroliga, y esta vez, Zalgiris Kaunas aprovechó cada grieta defensiva para derrotarlos 83-92. Imagínate una casa sin techo en medio de una tormenta; así de expuesto estaba el Madrid en los tiros exteriores.
Lonnie Walker, con una muñeca más afinada que un violín, anotó 21 puntos solo en la primera mitad. A su lado, Sylvain Francisco se convirtió en el motor del equipo lituano en el último cuarto. Entre ambos, hicieron que el Madrid pareciera un grupo de turistas intentando defender una canasta.
Los blancos empezaron bien, encestando triples como si estuvieran en un concurso de habilidades, pero pronto la falta de consistencia defensiva dejó el camino abierto para que Zalgiris tomara el control con un parcial de 15-0 en el segundo cuarto. ¡Una auténtica lección de baloncesto!
Los altibajos del Madrid
En el tercer cuarto, el Madrid intentó reaccionar, liderados por Llull y sus famosos lanzamientos imposibles, conocidos como “mandarinas”. Y vaya si entraron algunas. Tavares también puso su granito de arena, recordando a todos que, cuando quiere, es una muralla en la pintura.
Pero, ¿qué pasó? Chus Mateo, el entrenador, fue expulsado tras protestar reiteradamente. Como si fuera poco, la defensa volvió a desaparecer en el último cuarto, y Francisco terminó de rematar la faena. Aunque intentaron remontar, la distancia era demasiado grande. ¡Un déjà vu de manual!
El regreso triunfal de Duško Ivanović
Mientras el Madrid vivía su pesadilla en Kaunas, Baskonia recibía en casa a un viejo conocido: Duško Ivanović, ahora entrenador de Virtus Bolonia. ¿El resultado? Una victoria agónica para los italianos por 81-82, en un partido que se decidió en el último segundo.
Para Baskonia, fue como invitar a tu ex a cenar y que, al final, termine ganando el Monopoly que jugáis después. Ivanović, leyenda baskonista, supo cómo hacer daño a su antiguo equipo y se llevó el triunfo gracias a un final de partido de infarto.
Errores que cuestan caro
Baskonia tuvo el control durante gran parte del encuentro, llegando incluso a liderar por seis puntos en el último cuarto. Sin embargo, los nervios y la falta de acierto desde la línea de tiros libres fueron determinantes. Cinco fallos desde la línea en los últimos minutos le costaron el partido.
Y, como en toda buena película de suspense, Virtus Bolonia sacó un as bajo la manga: Will Clyburn. Con un triple espectacular y un tiro adicional tras una falta, selló la victoria para los italianos. Un golpe de realidad para los de Baskonia.
¿Qué significan estas derrotas para Madrid y Baskonia?
El Madrid sigue hundiéndose en la Euroliga, con nueve derrotas en 15 partidos. Se alejan cada vez más de los puestos de playoff, y la crisis empieza a ser preocupante. ¿La solución? Más defensa, menos desconexiones y, tal vez, un poco de paciencia para Chus Mateo.
- Zalgiris aprovechó las debilidades del Madrid para dominar desde el principio.
- Walker y Francisco fueron los verdugos de la noche con actuaciones estelares.
- La falta de consistencia defensiva sigue siendo el talón de Aquiles de los blancos.
Por su parte, Baskonia tiene margen de mejora, pero estas derrotas duelen. Perder en casa contra el colista de la Euroliga no es una buena señal, y la falta de acierto en los momentos clave es algo que deben trabajar si quieren mantenerse competitivos.
Lecciones para el futuro
Si algo queda claro es que tanto el Madrid como Baskonia tienen mucho que ajustar. En el caso del Madrid, mejorar la defensa debe ser prioridad. No puedes ganar partidos si permites parciales como el 15-0 de Zalgiris. Y para Baskonia, es cuestión de nervios: los partidos se ganan en los momentos clave, y fallar cinco tiros libres en los últimos minutos no es aceptable.
Para los aficionados, estas derrotas son un recordatorio de que incluso los equipos más grandes tienen días malos. Pero también son oportunidades para aprender y mejorar. ¡Que no decaiga el ánimo, que esto es baloncesto y todo puede cambiar en un partido!