Conflicto Interno y Retiradas de Participación
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) se enfrenta a un importante dilema interno tras la decisión de su sección en Sabadell de invitar a Aliança Catalana, partido liderado por Sílvia Orriols conocido por su discurso ultra y xenófobo, a un ciclo de conferencias sobre propuestas independentistas. Esta acción ha provocado un seísmo dentro de la organización y ha llevado a la retirada de importantes partidos como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) del evento.
El Secretariat Nacional de la ANC ha intervenido, recordando a las asambleas territoriales que los estatutos prohíben hacer campaña electoral y ha instado a la sección en Sabadell a suspender el evento. La controversia se centra en la invitación a Aliança Catalana, que ha sido denunciada por su retórica divisiva y su enfoque en la islamofobia como parte de su plataforma política.
Reacciones y Respuestas Políticas
La inclusión de Aliança Catalana ha sido severamente criticada por otros partidos independentistas. La CUP, en una carta abierta, ha instado a la ANC a reconsiderar la invitación a dicho partido, argumentando que otorgarle legitimidad democrática a una fuerza de extrema derecha es un error. Por su parte, ERC ha decidido no participar en el evento, calificando la presencia de Aliança Catalana como un intento de normalizar ideologías de odio y racismo.
En respuesta a las críticas, la asamblea territorial de la ANC en Sabadell ha defendido su decisión basándose en la libertad de expresión, argumentando que todos los puntos de vista merecen ser escuchados, a pesar de las preocupaciones expresadas por otros grupos políticos y la propia dirección nacional de la ANC.
Impacto en el Debate Independentista Catalán
Este conflicto resalta las tensiones dentro del movimiento independentista catalán sobre cómo manejar la diversidad de opiniones y la inclusión de partidos con posturas polémicas. La decisión de incluir a Aliança Catalana en un evento que busca discutir el futuro político de Cataluña ha sido vista por muchos como un paso en falso que podría dañar la cohesión y la imagen del movimiento independentista frente a la sociedad catalana y más allá.
El episodio también pone de relieve los desafíos éticos y estratégicos a los que se enfrentan las organizaciones y movimientos políticos cuando deben equilibrar los principios democráticos de libertad de expresión con la necesidad de rechazar y condenar discursos que promueven la intolerancia y la discriminación.
