La religión de los aztecas pensaban que para tener a sus dioses satisfechos debían otorgarle ofrendas donde sacrificaban a los humanos. Ellos tuvieron una cultura itinerante que floreció en Mesoamérica en el siglo XVI.
Poblaron el valle de México y fundaron su capital, Tenochtitlan cuando llegaron al lugar. Fue una civilización que alcanzó gran desarrollo en disciplinas como la arquitectura ingeniería o la astronomía; sin embargo se habló también de su crueldad con los prisioneros a los que llegaban a sacar el corazón.
Permisos privilegiados
Los aztecas creían que el emperador poseía un origen divino. Solo los sacerdotes tenían un acceso divino por conocer la medicina, ingeniería, astrología; el pueblo llano no tenía acceso a estos saberes.
Según su mitología, se debía ofrecer sangre humana al dios del sol para que amaneciera cada día. Esto puede dar idea de la cantidad de sacrificios humanos que se realizaban con miles de personas.
Canibalismo en los aztecas
La existencia de canibalismo en Mesoamérica es aceptada por la gran mayoría de historiadores, aunque algunos piensan que solo se practicaba de forma ritual y otros opinan como Michael Harnel que las grandes carencias proteicas en al dieta de los habitantes del Valle de México llevó a la élite a comenzar a comerse a los plebeyos.
Entre los dioses más conocidos se encuentran a Huitzilopochtli el dios del sol y de la guerra, Quetzacoált quien fue la serpiente emplumada y por último Tláloc el dios de la lluvia.