La brecha digital en Valencia: mayores que no pueden hacer trámites básicos online

Cómo afecta la brecha digital a las personas mayores?

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En pleno siglo XXI, donde la tecnología y la digitalización se han convertido en herramientas fundamentales para la vida cotidiana, un grupo significativo de la población valenciana sigue enfrentándose a importantes dificultades para acceder y utilizar los servicios digitales. La brecha digital afecta principalmente a las personas mayores, quienes encuentran barreras que van desde la falta de conocimientos básicos hasta la ausencia de recursos adecuados para realizar trámites esenciales en línea. Esta situación no solo genera frustración, sino que también puede desembocar en exclusión social y dificultades para acceder a derechos fundamentales.

Según datos recientes del Ayuntamiento de Valencia y estudios sociales, cerca del 35% de las personas mayores de 65 años en la ciudad tienen problemas para manejar dispositivos tecnológicos como smartphones, tablets o computadores. Este porcentaje se traduce en miles de valencianos que, en plena pandemia y con la aceleración de los procesos digitales, vieron cómo servicios básicos como pedir cita médica, renovar el DNI, solicitar ayudas sociales o hacer gestiones bancarias pasaron a ser exclusivamente online, dificultando su acceso.

María, de 78 años y residente en el barrio de Patraix, relata cómo para ella es un verdadero reto hacer cualquier trámite digital: “No entiendo las páginas web, me confundo con las contraseñas y siento que nadie me explica con paciencia. Muchas veces termino pidiendo ayuda a mis hijos, pero no siempre están disponibles.” Esta realidad se repite en numerosos hogares donde los mayores dependen de familiares o vecinos para acceder a servicios cada vez más digitalizados.

La falta de formación tecnológica, el miedo a cometer errores y la ausencia de dispositivos adecuados son las principales causas que alimentan esta brecha. Además, la complejidad de algunas plataformas gubernamentales y bancarias, con interfaces poco intuitivas y procesos largos, aumenta la sensación de frustración e incapacidad.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Valencia ha implementado diversas iniciativas para paliar el problema. Uno de los programas más destacados es el “Valencia Digital para Mayores,” que ofrece talleres presenciales y online gratuitos en centros culturales y casas de barrio. Estos talleres se centran en enseñar a usar dispositivos, navegar por internet, realizar trámites electrónicos básicos y reconocer señales de seguridad para evitar fraudes.

Además, se han instalado puntos de atención presencial con soporte técnico en varias bibliotecas y centros de mayores, donde voluntarios y profesionales ayudan a resolver dudas y guiar a las personas en sus gestiones digitales. Esta atención personalizada ha sido clave para recuperar la autonomía de muchos usuarios y reducir la ansiedad asociada al uso de la tecnología.

Organizaciones sociales y ONGs también juegan un papel fundamental en la lucha contra la brecha digital en Valencia. Proyectos como “Conectados Sin Edad” trabajan para acercar la tecnología a las personas mayores mediante sesiones de acompañamiento individual, préstamos de dispositivos y asesoramiento personalizado. Este tipo de apoyo se ha demostrado vital para que la digitalización no deje atrás a nadie.

Sin embargo, los retos persisten. La pandemia aceleró la digitalización, pero muchos servicios públicos y privados aún no han logrado implementar alternativas accesibles para quienes no pueden o no quieren realizar trámites online. Por ejemplo, la obligatoriedad de presentar documentación digital o las citas previas exclusivamente vía internet dificultan la accesibilidad para este colectivo.

Por ello, expertos y asociaciones demandan un enfoque más inclusivo que combine la digitalización con el mantenimiento de opciones presenciales o telefónicas, garantizando que ningún ciudadano quede excluido por razones tecnológicas o de edad. También proponen adaptar las interfaces digitales para hacerlas más intuitivas y accesibles, y fomentar la alfabetización digital desde edades tempranas para evitar que esta brecha se reproduzca en futuras generaciones.

En definitiva, la brecha digital en Valencia es un reto social que requiere una respuesta coordinada entre administraciones, entidades sociales y la comunidad en general. Garantizar que todas las personas, especialmente las mayores, puedan acceder y utilizar los servicios digitales con confianza y autonomía es fundamental para construir una ciudad más inclusiva, justa y preparada para el futuro.