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València se prepara, un año más, para afrontar los meses más calurosos del año con una medida que ya se ha consolidado como parte esencial de su estrategia climática urbana: los refugios climáticos. Estos espacios, pensados para ofrecer un respiro frente a las altas temperaturas, estarán habilitados hasta el 30 de septiembre en distintos puntos de la ciudad y son completamente accesibles para cualquier ciudadano que necesite escapar del calor extremo.
En total, el Ayuntamiento de València ha habilitado 10 espacios repartidos por varios barrios, seleccionados por su capacidad para mantener temperaturas más bajas que el entorno exterior. Algunos de ellos son espacios públicos cerrados con climatización como bibliotecas municipales y centros cívicos, y otros son zonas verdes al aire libre equipadas con nebulizadores, sombras naturales y bancos protegidos.
Entre los más destacados se encuentra la Biblioteca Municipal Gregori Maians, en el distrito de Ruzafa, que no solo cuenta con aire acondicionado, sino también con salas de lectura amplias, wifi gratuito y puntos de agua potable. Otro ejemplo similar es el Centro Deportivo Abastos, donde, además de poder resguardarse del sol en su zona de entrada y salas comunes, los usuarios pueden refrescarse haciendo actividad física ligera en espacios ventilados.
En cuanto a los refugios naturales, el Parque Central es uno de los puntos verdes mejor preparados. Este espacio dispone de zonas de sombra generadas por árboles de gran porte, áreas de descanso y un sistema de nebulización ambiental activado automáticamente cuando las temperaturas superan los 32 °C. De forma similar, en el Jardín de Polifilo y el Parque de Benicalap, se han instalado puntos de hidratación, pérgolas vegetales y bancos refrigerados.
Además, se suman otros espacios urbanos cubiertos como el Centro Municipal de Juventud de Algirós, la Biblioteca Carles Ros en Ciutat Vella, o el Salón Multiusos del Cabanyal-Canyamelar, todos con acceso libre, horarios extendidos y personal disponible para guiar a los usuarios.
El plan de refugios climáticos forma parte de una estrategia municipal más amplia que busca mitigar los efectos de las olas de calor, que cada año son más frecuentes e intensas debido al cambio climático. Según el propio Ayuntamiento, en los próximos años se espera que València tenga entre 20 y 30 días anuales con temperaturas superiores a los 35 °C, lo que hace imprescindible ofrecer alternativas para proteger a la población vulnerable, especialmente a personas mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
La selección de estos espacios responde a tres criterios principales: que mantengan temperaturas interiores inferiores a 26 °C (en el caso de los edificios), que tengan acceso público gratuito y que estén distribuidos de forma equitativa por distritos para llegar al mayor número de ciudadanos. Para facilitar la identificación, todos estos refugios están señalizados con un símbolo específico visible desde la calle y figuran en un mapa interactivo disponible en la web del Ayuntamiento, donde se puede consultar su ubicación, horario de apertura y características.
Otra novedad de este año es la campaña de concienciación ciudadana que acompaña a los refugios. A través de redes sociales, anuncios en medios locales y materiales informativos repartidos en centros de salud y farmacias, se informa a la población sobre la importancia de hidratarse, evitar salir en las horas centrales del día y utilizar estos espacios frescos siempre que se necesite.
Además, se han colocado fuentes de agua adicionales en zonas de alta afluencia, como la Estación del Norte, la Plaza del Ayuntamiento y algunos accesos al antiguo cauce del río Turia. Algunas fuentes, incluso, están conectadas a sensores de temperatura ambiental para aumentar el caudal de forma automática en caso de calor extremo.
Los vecinos también pueden participar activamente en esta iniciativa, recomendando a través de la web municipal nuevos espacios que podrían cumplir con los criterios de refugio climático para futuras temporadas. La idea es convertir a València en una ciudad resiliente, donde el calor no sea una barrera para la vida cotidiana ni una amenaza para la salud pública.
En definitiva, con estos 10 refugios climáticos activos hasta el 30 de septiembre, València ofrece una red segura, accesible y eficiente para hacer frente al verano más tórrido. Tanto si se trata de pasar la tarde en una biblioteca con aire acondicionado como de relajarse a la sombra con brisa y nebulización, estos espacios representan un pequeño oasis urbano que puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida.
¿Ya has localizado tu refugio más cercano?