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En los últimos años, Valencia ha vivido una auténtica transformación en cuanto a movilidad urbana. Calles más pacificadas, ampliación de aceras, zonas de bajas emisiones y, sobre todo, un crecimiento imparable del uso de la bicicleta. La ciudad del Turia, con su clima amable y su orografía llana, parece tenerlo todo para consolidar la bici como medio de transporte principal. Pero, ¿está realmente preparada? ¿Qué retos quedan por superar? ¿Qué opinan los usuarios habituales?
En este artículo analizamos el estado actual del ciclismo urbano en Valencia, sus avances, carencias y lo que debería ocurrir para que la bicicleta deje de ser una alternativa y pase a ser la primera opción real de transporte para miles de valencianos.
Valencia y la bicicleta: un idilio reciente pero firme
Durante décadas, Valencia fue una ciudad altamente dependiente del coche privado. Sin embargo, desde la puesta en marcha del anillo ciclista en 2017, la percepción del espacio público empezó a cambiar. Se abrieron decenas de kilómetros de nuevos carriles bici, se mejoró la conectividad de barrios y se apostó por una red intermodal con el transporte público.
Hoy, según datos del Ayuntamiento y de la EMT, más de 80.000 desplazamientos diarios se hacen en bicicleta. Valencia figura entre las ciudades más ciclables de España, y aparece en rankings europeos como una de las urbes medianas más amables para las bicis.
¿Qué factores han favorecido el auge ciclista?
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Clima suave la mayor parte del año
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Calles planas, sin desniveles importantes
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Red creciente de carriles bici segregados
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La existencia del Jardín del Turia, que actúa como autopista verde ciclista
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Concienciación ciudadana sobre sostenibilidad y salud
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Coste reducido frente a otros medios de transporte
Además, el servicio de Valenbisi, con más de 270 estaciones, ha sido clave para popularizar el uso de la bicicleta entre quienes no tienen una propia.
¿Es posible moverse solo en bici por Valencia?
Para muchos vecinos y vecinas, la respuesta ya es sí. Especialmente en trayectos urbanos de menos de 7 km, la bicicleta es más rápida, económica y flexible que el coche o el autobús.
Quienes viven en barrios como Ruzafa, Campanar, Benimaclet o El Cabanyal y trabajan en el centro o en zonas como la UPV o la Ciudad de las Artes pueden desplazarse en 15-20 minutos sin atascos ni esperas.
Sin embargo, aún hay zonas con peor conectividad, como la periferia norte, los Poblados del Sur o parte de Patraix. Además, el uso exclusivo de la bici aún presenta limitaciones para personas mayores, familias con niños pequeños o quienes tienen que transportar carga pesada.
Avances recientes en infraestructuras ciclistas
El Ayuntamiento ha impulsado en los últimos años:
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Más de 170 km de carriles bici, muchos de ellos segregados
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Nuevas vías ciclistas interurbanas, como la de la CV-500 hacia El Saler
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Mejora de la señalización y pintura de los tramos compartidos
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Instalación de aparcabicis en espacios públicos, estaciones y colegios
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Ampliación de tramos en barrios como Benicalap, Marxalenes o L’Olivereta
También se ha trabajado en campañas de concienciación para peatones y ciclistas, aunque muchas voces coinciden en que falta reforzar la educación vial compartida.
Las cuentas pendientes: lo que aún falta
Aunque el avance es real, Valencia no está aún completamente preparada para que la bici sea el medio principal para todos. Algunos de los retos más mencionados por los usuarios son:
1. Red ciclista todavía fragmentada
Muchos tramos siguen sin conexión directa, obligando a bajar a la calzada o cruzar de forma insegura. Hay puntos negros, como:
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Cruces en grandes avenidas (Ausias March, Giorgeta, Tres Forques)
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Conexiones mal resueltas entre carriles
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Falta de continuidad en barrios periféricos
2. Convivencia con peatones y vehículos
En zonas compartidas, hay conflictos recurrentes entre bicis y peatones. En calzada, muchos conductores no respetan la distancia mínima de seguridad o invaden carriles bici.
3. Robos de bicicletas
Uno de los principales problemas: el robo sistemático de bicicletas. A pesar de campañas de la Policía Local y apps como Biciregistro, muchos usuarios pierden su bici incluso estando atada.
4. Infraestructura para bicicletas de carga y familia
Aunque están en auge las bicicletas eléctricas, triciclos o bicis con remolque para niños, muchas vías no están adaptadas para su anchura o maniobrabilidad. Tampoco hay suficiente espacio para su aparcamiento seguro.
5. Clima extremo en verano
Aunque el clima suele ser favorable, las olas de calor veraniegas dificultan el uso masivo de la bicicleta, especialmente entre junio y septiembre. Se echan en falta más zonas de sombra y fuentes públicas en rutas ciclistas.
¿Qué propuestas se están planteando?
Diversos colectivos como València en Bici, Acció Ecologista Agró o la Federación de Ciclismo proponen:
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Extender la red de carriles bici a todos los barrios
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Crear un mapa oficial actualizado de itinerarios seguros
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Aumentar el número de parkings seguros y gratuitos para bicis
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Incorporar más tramos con prioridad ciclista (calles 30)
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Incentivar fiscalmente a quienes van al trabajo en bici
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Instalar más zonas verdes y árboles en itinerarios clave
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Mejorar la intermodalidad bici + metro o EMT (por ejemplo, ampliando horarios donde se permita subir bicis)
La bici como símbolo de ciudad sostenible
Fomentar el uso de la bicicleta no es solo una medida de movilidad. Es una apuesta por la salud pública, la sostenibilidad, la equidad y la calidad del aire. Una ciudad donde se pueda ir en bici con seguridad y comodidad es una ciudad más habitable para todos.
Además, el modelo ciclista favorece:
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Menos contaminación acústica
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Reducción del sedentarismo
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Ahorro en combustible y transporte
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Revitalización del comercio local
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Reapropiación del espacio público
Testimonios ciudadanos
“Yo uso la bici para ir al trabajo cada día desde Nou Moles hasta la zona universitaria. Tardo 20 minutos exactos y no gasto ni un euro en gasolina ni parking.” — Carla, 32 años
“Echo en falta más seguridad, sobre todo de noche. A veces da miedo ir sola por algunos tramos poco iluminados.” — Irene, 27 años
“Me robaron la bici en el centro comercial y ya no me he animado a comprar otra. Falta vigilancia y aparcamientos decentes.” — José Luis, 45 años
Conclusión: pedalear hacia el futuro… pero aún con baches
Valencia ha avanzado mucho en su apuesta por la bicicleta, y es una de las ciudades españolas más preparadas para este medio de transporte. Pero aún queda camino por recorrer para que cualquier persona, en cualquier barrio, pueda desplazarse solo en bici con total seguridad, comodidad y confianza.
El objetivo no debe ser sustituir todo por bicicletas, sino crear una ciudad verdaderamente multimodal, accesible y centrada en las personas. Y en ese modelo, la bicicleta debe tener un papel protagonista.